Conoce la belleza de Vancouver

¿Sabías que Vancouver es una de las cinco ciudades con más calidad de vida del mundo? No sé si será esto precisamente lo que te pueda atraer de un destino para incluirlo en tu lista de posibles viajes, pero lo que sí es cierto es que nada más terminar de leer este artículo esperamos que Vancouver sí te haya llamado un poco la atención.

Porque esta ciudad de la costa pacífica de Canadá es realmente un destino joven, dinámico y multicultural. Uno de esos lugares que quizás no entran en los cánones de grandes destinos turísticos pero que, cuando los conoces, se convierten en un recuerdo maravilloso.

La belleza de Vancouver se reparte por igual entre las montañas nevadas que la rodean y sus playas.

Las bellezas de Vancouver

¿Quieres una primera panorámica de la ciudad? Pues sube hasta el restaurante giratorio que hay en la última planta de la torre Vancouver Lookout de 130 metros de altura. Una vez allí, descubrirás todos los colores que te tiene reservados Vancouver: desde el blanco de sus montañas hasta el transparente de las fachadas de los rascacielos o el color cambiante con el que las puestas de sol impregnan el horizonte.

Es probable que a esta altura hayas descubierto uno de los rincones más bellos de Vancouver: Stanley Park. Se trata del tercer parque urbano más grande de Norteamérica y está situado en la península que se forma en la punta del Downtown (que es como se le conoce aquí al centro de la ciudad). Allí es donde están las playas de esta ciudad, pero también donde descubrirás algunas de las vistas más increíbles con las que puedas disfrutar.

En Vancouver tienes una visita obligada al Puente de Lions Gate y al Faro de la Punta de Brockton que podrás ver en Stanley Park. No te puedes quedar sin admirar la belleza del centro histórico de esta ciudad, el barrio antiguo de Gastown, el Steam Clock (el primer reloj de vapor construido en 1997), pasear a lo largo de la Bahía de Vancouver o perderte en la exuberancia del Parque del Puente colgante de Capilano.

Vancouver, una ciudad coqueta

Y, como muchas otras ciudades de Norteamérica, ¿qué crees que nos encontramos también aquí? Pues sí, un barrio Chinatown. Este, concretamente, es uno de los más grandes de América del Norte (por algo buena parte de la población de Vancouver es china). Hay bullicio, mucho color, tiendas exóticas, estrés… pero también la belleza placentera del jardín clásico chino del Doctor Sun Yat-Sen.

Vancouver es una ciudad coqueta, muy coqueta. Tanto es así, que le gusta mirarse en las fachadas de sus rascacielos de cristal. Viejos edificios que, en un tiempo hoteles y, en otros, oficinas de grandes empresas, hoy son la mayoría de ellos apartamentos. Quién pudiera tener la suerte de vivir en alguno de ellos, de los más altos que encontráramos, para quedarnos para siempre bien pegaditos a la belleza de postal de Vancouver, ¿verdad?