El deporte es fundamental a lo largo de toda la vida. Pero más aún durante la niñez, pues es cuando el ser humano necesita desarrollar aspectos y valores tan importantes como el compañerismo, la integración y diversas habilidades sociales. Por esa misma razón se recomienda apuntar a los más pequeños a algún deporte a edades tempranas, una gran opción para fomentar el desarrollo tanto físico como personal.
Por si esto fuera poco, el deporte también ayuda a mejorar tanto la coordinación como la musculatura de los niños. Entre otras cosas, practicando cualquier deporte los más pequeños de la casa podrán aumentar su flexibilidad, tener una buena postura corporal y, además, potenciar su crecimiento. Pero, ¿cuál es el deporte más beneficioso para los niños? Te ofrecemos varias opciones:
La natación, el deporte definitivo para los niños
Sin lugar a dudas, la natación es uno de los deportes más completos de todos. Entre otras cosas, gracias a este deporte los niños ejercitarán todos los músculos de su cuerpo, aumentan su flexibilidad y, además corrigen cualquier problema postural, siempre y cuando se realicen los ejercicios correctamente. Además, este deporte fomenta el espíritu de superación entre sus alumnos debido a su alto nivel de complejidad técnica, por lo que se distingue como un deporte ideal para los más pequeños.
En caso de que les parezca aburrida, también pueden apuntarse a waterpolo. Esta variante acuática del fútbol mejora, entre otras cosas, la resistencia cardiopulmonar, estimula la circulación sanguínea, mantiene la presión arterial estable y, además, disminuye las probabilidades de sufrir enfermedades del corazón. Por si esto fuera poco, este deporte también ayuda al desarrollo de habilidades físicas y psíquicas, pues requiere de una gran destreza mental.
Desarrollando el autocontrol y la capacidad lógica
Una de las opciones más recurrentes, a la hora de apuntar a los más pequeños a un deporte, suele ser el fútbol. ¿Por qué? Entre otras cosas porque ayuda a desarrollar la capacidad de atención, la lógica y la visión periférica. Gracias a este deporte, los niños aprenderán a analizar y observar todo lo que ocurre a su alrededor. En el plano físico, este deporte ayuda a los niños a mejorar su resistencia aeróbica, la velocidad, la potencia muscular y la densidad ósea en el fémur.
Mientras tanto, para fomentar el autocontrol, nada mejor que el judo. Gracias a este deporte, los niños pueden favorecer la capacidad de toma de decisiones y desarrollar una educación física integral mejorando, entre otras cosas, el equilibro, la coordinación y la reacción ante cualquier estímulo físico ajeno. No obstante, se considera fundamental que el niño escoja aquel deporte que más le guste, pues tan solo así se fomentará su desarrollo.
