Los cruceros por el Mediterráneo o por los fiordos noruegos han hecho que las regiones de la zona adquieran una fama desmesurada, pero ¿no hay más opciones?
Te aconsejamos hacer un crucero para descubrir los encantos del mar Adriático o, simplemente, visitar sus lugares estrella. El clima templado, la belleza de sus costas y el enigma de lo desconocido te encandilará desde el primer minuto.
Dubrovnik y Venecia, las joyas del Adriático
Dubrovnik es conocida por ser “La perla del Adriático” y no es para menos. Situada en la costa de Croacia, está rodeada por una muralla perfectamente conservada. Al llegar, te trasladarás a una época muy lejana que te dejará impactado. Podrás visitar su catedral, el Monasterio de San Francisco, la Puerta de Pile y, por supuesto, su puerto. Además, es muy conocida por ser un emplazamiento habitual en la serie Juego de Tronos.
La ciudad de los canales, Venecia, puede que sea la más conocida del Adriático. No solo es uno de los lugares más románticos de Europa, también fue (y es) uno de los puertos comerciales más importantes, aunque ahora reina el turismo. Su encanto es inexplicable: canales, arte, comida… Aprovecha esta joya y visita la plaza de San Marcos con su basílica, el Gran Canal y los adyacentes, el Palacio Ducal o el Puente Rialto. Ten unas vacaciones diferentes recorriendo una ciudad en góndola ¡y no en autobús o metro!
Otros encantos del Adriático
Que los anteriores sean los lugares más conocidos no quiere decir que sean los únicos. El Adriático tiene muchas sorpresas como, por ejemplo, la península de Istria. Este pequeño lugar de Croacia recuerda a la Provenza francesa por su naturaleza, su belleza y sus playas. Puedes visitar sitios con tanto encanto como Pula, Rovinj y Porec.
También en la costa croata cabe destacar Zadar. Solo tendrás que recorrer la ciudad de día y ver la Puerta de Zara, la Iglesia de San Donato, el Foro Romano y el órgano de Mar. Al ver el atardecer en una de sus playas te darás cuenta de que te has enamorado del lugar.
Bari es una bella ciudad que conserva su pasado auténtico italiano. Visita la basílica de San Nicolás, la catedral de San Sabino, el Palacio de la Providencia y el Arco Bajo. No puedes irte de Bari sin perderte por uno de sus mercados y probar su magnífica gastronomía.
¿A qué esperas para conocer los encantos del Adriático?