Los delincuentes están siempre pensando nuevas maneras de estafar. Y con la masificación de Internet y el correo electrónico encontraron un nuevo medio para sus fines. Y es que los correos publicitarios no deseados o spam y los correos falsos que intentan robarnos información (phishing) están siempre presentes en el buzón de correo. Pero, aunque no te lo creas, se han reducido en este último año. Aun así, sigue siendo casi el 60 % del tráfico mundial de mails, según un informe de Kaspersky Lab.
Los principales países productores de spam y phishing son EE. UU., Rusia y Ucrania, aunque entre los 10 principales países también esta España. Es en estos países donde se está haciendo todo lo posible por luchar contra el spam. En EE. UU., por ejemplo, están poniendo todas sus herramientas legales para luchar contra él y recientemente en Canadá se ha aprobado una ley contra spam que está demostrando ser muy eficaz, ya que se tradujo en una reducción del 37 % del spam que recibían los canadienses. Esta ley podría emplearse como modelo en EE. UU., Reino Unido y otros países.
El spam sigue siendo un gran problema
Pero no se puede bajar la guardia. Con la reciente llegada de los nuevos dominios (.work, .science, .zone, etc.) se ha abierto la puerta a nuevas maneras de hacer llegar los correos fraudulentos, ya que los detectores de spam no están preparados aún para este tipo de dominios.
Gracias a estos nuevos dominios, por ejemplo, las ofertas de trabajo sobre el dominio .work no paran de llegar, un gran problema y más en estos tiempos de crisis en los que la gente está necesitada de un empleo o trabajo extra en casa.
Últimamente se están recibiendo muchos correos falsos, principalmente ocultos tras notificaciones de entidades bancarias, transferencias recibidas, envíos postales o bloqueos de cuentas en Facebook, Paypal y otros. La principal intención de estos correos es que abras algún tipo de archivo adjunto en el que está incrustado un virus que, entre otras cosas, puede secuestrarte el ordenador y bloqueártelo mientras te pide que hagas un ingreso de dinero. Suele ser de pequeña cantidad (entre 200 y 300 euros) para que finalmente el afectado termine pagando si quiere recuperar el control.
Luchar contra el spam
Para luchar contra el spam lo mejor que puedes hacer es usar algún cliente de correo que te permita marcar los mensajes como fraudulentos, ya que los recibirás la primera vez y el resto ya se encargará el programa de moverlo a la carpeta de no deseado. Y, sobre todo, mucha precaución con mensajes con archivos adjuntos, especialmente si te piden claves o restaurar cuentas, ya que podrías tener un gran disgusto. Lo mejor es no abrir archivos adjuntos si no estás segurísimo de la procedencia del correo.
El spam no se va a acabar de la noche a la mañana, pero sí que puedes poner de tu parte para que no te afecte gravemente.
