La gran sorpresa del 2016 en el ámbito de la tecnología fue, sin duda alguna, la realidad virtual. Algunas de las más importantes empresas relacionadas con el mundo de la electrónica y las telecomunicaciones, visto el éxito de esta tecnología emergente, decidieron presentar sus propias gafas basándose en el proyecto de Facebook Oculus Rift, considerado por muchos como el precursor de este tipo de tecnología en el mundo de los videojuegos. Debido a ello, 2016 se consagraba como el año de la realidad virtual, un título que podría volver a ganar en caso de que introdujera importantes novedades a lo largo de 2017.
La realidad virtual en el mundo de las consolas
Desde HTC hasta Samsung, las compañías de telefonía móvil sacaron sus propias gafas de realidad virtual durante el 2016. Pese a ser productos muy depurados que ofrecen una calidad de juego muy competitiva, en ocasiones a nivel de las grandes videoconsolas, los amantes de los videojuegos esperaban a que una de las grandes empresas del mundo del videojuego se atreviera a dar el paso hacia la realidad virtual. No obstante, tanto Nintendo como Microsoft desecharon esta opción por el momento.
Cuando parecía que ninguna plataforma de videojuegos daría el salto a la realidad virtual, PlayStation confirmaba que llevaba meses trabajando en su proyecto VR. Un proyecto ilusionante que tenía como objetivo mostrar a sus jugadores la realidad virtual como nunca antes la habían visto.
El pasado 13 de octubre, Sony demostraba que la realidad virtual en el mundo de los videojuegos ya no era el futuro, sino el presente, con unas gafas dispuestas a revolucionar el mundo de los videojuegos. Durante su presentación, Sony confirmaba que algunos de los nuevos lanzamientos de la compañía lo harían con soporte para este formato. Por lo tanto, poco a poco, y sin hacer mucho ruido, la empresa ha sacado adelante un interesante proyecto, basado en la realidad virtual, que traído la ilusión a los jugadores de la ya clásica PlayStation.
Una realidad virtual más barata es posible
Si por algo destaca PlayStation VR, además de por ser más barata que la competencia (460 euros con la PS Camera ya incorporada), es por tratarse de un tipo de gafas muy cómodas y fáciles de usar.
Pese a no ser un producto tan depurado como pueden ser Oculus Rift y HTC Vive, ambas gafas tienen un coste superior a las de PlayStation, Sony ha sido capaz de crear un producto que cuenta con un buen equilibrio entre potencia gráfica y facilidad de uso. Un punto a favor para estas gafas que compite contra otras más caras, complejas y que no están al alcance de cualquier persona. En definitiva, PlayStation VR ha conseguido introducir en el ámbito de la realidad virtual a un público más amplio y variado gracias a un producto bueno, bonito y barato.
