A la hora de realizar un pago, existen muchas modalidades para hacerlo. Se puede utilizar, por ejemplo, efectivo, tarjeta de crédito, transferencia o, incluso, un cheque. Precisamente este último quizá sea el menos conocido para mucha gente y, por tanto, el menos utilizado. Sin embargo, como el resto de modalidades de pago, tiene sus pros y sus contras que debes conocer.
Pagar con un cheque bancario: se puede cobrar donde se quiera
Una de las ventajas más importantes que supone pagar con un cheque bancario es que la persona que lo recibe puede cobrar la cantidad que consta en la sucursal de cualquier entidad bancaria a su elección, lo que supone un gran ahorro de tiempo. Además, en caso de que no se pueda cobrar el cheque, existe una regulación legal que ampara al que lo recibe y que pondrá los medios para que finalmente pueda recibir la cantidad en cuestión.
Otra ventaja de los cheques es que se pueden emitir cuando se quiera (siempre y cuando se tenga dinero en la cuenta a la que van asociados para evitar comisiones), lo que aporta un plus de seguridad sobre el pago en efectivo, ya que no tendrás que llevar el dinero físico en el bolsillo.
Precaución a la hora de emitirlos y cobrarlos
En cuanto a las desventajas de los cheques, depende de las modalidades, ya que existen varios tipos. Por ejemplo, en el caso del cheque al portador, lo puede cobrar cualquier persona sin necesidad de identificarse, algo peligroso en caso de robo o extravío tanto para el emisor como para el receptor.
Otra desventaja de los cheques es que hay que solicitarlos a la entidad bancaria y esperar a recibirlos para hacer uso de ellos, además de tener que acudir a una sucursal en caso de tener que cobrar uno.
2 comentarios
Belen
15/06/2015 at 17:54
Pagar con queques es de carcas eso ya no se ve.
Autonoma
17/06/2015 at 11:20
Pues yo soy autonoma y todavia mucha gente me paga con cheques, es mucho mas comodo que en efectivo ademas de que ya no se pueden hacer pagos en efectivo mayores de 2500€,