En una sociedad cada vez más concienciada con el medio ambiente, tendencias como el ‘slow design’ se convierten en fundamentales. Pero, ¿qué es el ‘slow design’? Cada vez son más las personas que utilizan este concepto que pretende cambiar para siempre los estilos de vida actuales basados en la velocidad e inmediatez.
Durante los últimos años, el diseño ha sufrido claros gestos de desgaste. Por esa misma razón, un gran número de diseñadores y arquitectos han llegado a la conclusión de que lo fundamental para revivir el diseño no reside en arriesgar por proyectos más arriesgados, sino en comprender qué es lo que realmente quiere la gente. A raíz de esta conclusión nació el movimiento ‘slow’, que trata de responder a las necesidades de hoy en día estableciendo al cliente en el centro del diseño.
En busca de la personalización perdida en tu hogar
Gran culpa del estilo de vida actual, basado en la velocidad e inmediatez, la tienen las grandes superficies. En el ámbito del diseño, sin duda alguna, la multinacional sueca Ikea es la que ha provocado que la sociedad se haya cansado de lo estándar. Por esa misma razón, el movimiento ‘slow’ busca volver a los orígenes del diseño y ofrecer la oportunidad al cliente de crear un mueble hecho a su medida.
Gracias a esta tendencia, el cliente tendrá mucho que decir tanto en lo que respecta a la personalización como el cuidado por cada uno de los detalles. Esta filosofía destaca por ofrecer productos de calidad, elaborados a partir del gusto del consumidor, y que siempre respeten el medio ambiente.
Un diseño que busca el bienestar humano
Además de apostar por la calidad y por el respeto por el medio ambiente, esta corriente también busca el bienestar humano dentro de su propio ecosistema. La sostenibilidad, la biodiversidad, el desarrollo sostenible, la huella ecológica, el control de la contaminación o la gestión de los recursos, entre otros, son varios de los puntos más importantes de esta corriente que cada vez cuenta con más adeptos a nivel mundial.
Es decir, el concepto del ‘slow design’ va mucho más allá del pensamiento económico, tecnológico y político actual. Se trata de un movimiento que se centra en las necesidades reales del usuario, y no en las del libre mercado. Por lo tanto, gracias a este concepto podrás centrar tu niños en base a tus necesidades y convertirlo en un remanso de paz y bienestar. Sin duda alguna, un movimiento que trata de distinguirse de la tendencia actual de consumo y que pretende cambiarlo para que, en un futuro, se convierta en un movimiento realmente mayoritario.
