Los bancos ofrecen muchos productos bancarios, de ahí que muchas veces sea un poco complicado hacerse un mapa mental de cuáles existen y qué características tiene cada uno. Hoy vamos a intentar dar un poco de luz al respecto explicando qué tipos de cuentas bancarias hay, así podrás elegir en función de tus necesidades.
Tipos de cuentas bancarias
La primera y más habitual es la cuenta corriente. Sirve como toma de contacto y para iniciar la relación entre el banco y la persona que quiere ahorrar. Sirve para tener el dinero a salvo y realizar operaciones sencillas como gestionar pagos y cobros. No genera intereses, pero dependiendo del banco, puedes tener que pagar algunas comisiones por la gestión y administración de la cuenta.
La siguiente que te presentamos es otra de la que seguro has oído hablar. Se trata de la cuenta nómina, que es aquella que te ofrece una serie de ventajas si domicilias tu nómina. En función de la entidad bancaria, puedes obtener algún regalo, te puedes ahorrar las comisiones, puedes obtener devoluciones de las compras… En definitiva, puedes tener muchos beneficios, pero eso siempre dependerá de cada banco.
Otras cuentas que debes tener en cuenta
Las cuentas remuneradas o cuentas de ahorro son otras de las más conocidas. Están destinadas a aquellas personas que no quieren derrochar el dinero que han ido acumulando con el paso del tiempo. Hacen crecer los ahorros mes a mes, aunque los primeros meses normalmente en mayor medida. Tienen algunas desventajas como la imposibilidad de domiciliar nómina o de asociar una tarjeta de débito a la misma.
Por último, te destacamos dos que son menos comunes pero de las que a lo mejor también has oído hablar: las cuentas vivienda y las cuentas de jubilación individual. Mientras que las primeras, como su propio nombre indica, están pensadas para aquellos que van a comprarse una casa o arreglar la que ya tienen, la segunda está destinada a aquellas personas que quieran tener disponible más dinero cuando llegue la hora de jubilarse.
Como ves, hay muchas cuentas bancarias y cada una cuenta con unas peculiaridades. Antes de contratar una, infórmate bien y lee bien la letra pequeña para evitar disgustos posteriores.
